No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras ¿Soy lo que veo?¿es lo que veo?¿soy el que ve?

jueves, agosto 18, 2005

Un Fantasma


- Mamá, he vuelto a soñar con Vicente- le susurré al oído.

Ella me mira con cara de “no es el momento”. Estábamos en plena cena familiar junto a mi padre, abuela y mi novio en frente.

Vicente (ahora) no es más que un chico que aparece 4 veces al año en sueños. Y bueno, hace una semana hizo una aparición en el trabajo de mi madre.

- Buenos días Sra. Berta- la sorprende por detrás tocando sus hombros.
- Ah! Hola Vicente, que sorpresa! Tanto tiempo, qué es de tu vida?
- Bien, trabajando. Estoy separado, tengo una hija y por esas vueltas del destino estoy de novio otra vez.


No se veían aparentemente hace bastante tiempo. Siempre él tuvo mucha confianza en ella, a pesar de su carácter frío y conservador. A su vez, ella le tenía mucho cariño, creo que le agradaba que fuera un hombre de pocas palabras pero significativas. Nunca le agradaron los complacientes melosos.

Cuando mi madre me contó de la última acotación de su parte no hice más q pensar: “Las cosas no han cambiado mucho desde entonces”, luego como en un autoreflejo dije entre dientes: "No pierde el tiempo", a lo que mi mamá alcanza a escuchar y no se aguanta la risa, se da vuelta y me sonrié, "quizás qué cara puse", pensé, algo avergonzada por culpa de mi obvia " pica ".

Se incorpora y me dice:

- Preguntó por ti.

Tenía que hacerlo, supongo, solía ser la conexión entre ambos.
Mi mamá quedó aguardando algún comentario de mi parte, observaba la expresión de mis ojos.
Me quedé callada por unos segundos.

- Se veía bien?
- Se nota algo cansado, los años no han pasado en vano.


Siempre solía preocuparme su semblante. Era callado. Sufría de depresiones constantes y se ensimismaba a tal punto que no decía nada, se encerraba por días.

Pintaba excepcional, hasta ganó un concurso. Una pintura algo decadente pero con suma sensibilidad, la cuál robaron de la exposición y que pasé a ser la principal sospechosa del delito.

Era aficionado actor de teatro, Shakespeare era su favorito.

Escribía bien. Solía mirarme mientras estudiaba y hacerme un poema que luego dejaba junto a mi mesa.



[ 80… si, las conté. Ochenta fueron las páginas que te escribí sumida en la pena, en el casi estado de demencia debido a tu ausencia. Éstas fueron las que te hice llegar de manos de tu madre, quién me miraba con cara suplicante de “Sálvalo… tráelo a sí”, mientras dormías abatido por la angustia postrado en tu cama.
Te amaba, cómo logré llegar a amar sin temer a tal proeza. Supe que si existe “la musa inspiradora”… tu vida…tu esencia.
Puedo jactarme que amé y con una intensidad única, ferviente, hasta quedar sin lágrimas.

Ella áun me mira con esos ojos. Los que no saben que tú tuviste miedo, que me lo impregnaste hondo y que hasta hoy cargo con tus inseguridades, llegando a formar parte de mi existencia. Creo que esta es la razón por la que pasas, como un fantasma, inquietando mis noches… marcando el resto de este arduo camino llamado LOVE ].


1 Comments:

At 10:04 p. m., Blogger P said...

ay! no entendí

 

Publicar un comentario

<< Home