No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras ¿Soy lo que veo?¿es lo que veo?¿soy el que ve?

viernes, septiembre 23, 2005

Adobe Húmedo en mi Nariz


Que heavy esto de los olores. Los míos, casi todos, obviando el olor de un perfume son recuerdos puntuales de infancia.

Uno de los más fuertes es un trauma con el aroma a adobe húmedo, tan particular y que creo ser la única provinciana que lleve ese olor impregnado en la nariz.

03 de Marzo de 1985. 19.35 hrs. aprox. Salimos de misa con mi mamá, recuerdo que el sol aún me pegaba en la cara. Nos encontramos con la tía Sole en la plaza, una colega del colegio de ella. Yo las miraba callada, hilando lo que hablaban cogida de la mano de mi madre, 5 años tenía en ese entonces.



19.47 hrs.
El piso comenzó a moverse. Ahora que lo pienso esa sensación se debe semejar al video “Kill me softly” de Lauryn Gil, donde New York era un disco vinilo que daba vuelta y el Dj retrocedía y dejaba seguir, pero que en esta ocasión el Dj se pegó con el tema y el movimiento nos hizo caer al suelo.

Mamá se abalanzó sobre mí y me protegió como un caparazón.
Comencé a escuchar gritos.
Cerré mis ojos.
Luego todo crujía.
Un Padre Nuestro en mi oído me hizo meterme en una burbuja. Misteriosamente no sentía miedo ante lo desconocido. Era como un feto protegido por mi progenitora.

Al abrir los ojos vi la iglesia caer en pedacitos, la fe de sus feligreses no la salvó.

Al terminar aquél fuerte sismo mamá dejó de rezar y me dejó salir.

Su amiga ya no estaba, huyó gritando, creo, mi madre no dijo palabra alguna y nos encaminamos a casa.

Condell, calle de casonas antiguas de adobes, estaba en ruinas. Llegamos a casa, no había, se cayó.


Me dejó sola afuera para que no me fuera a pasar nada, mientras en ese momento, luego de ver tanto cambio, miedos ajenos y vestigios, sentí miedo yo y el olor a ruina se apoderaba de mí.
Veo pasar a una viejita en silla de ruidas guiada por alguien más, con camisa de dormir, pelo blanco, pánico en los ojos, tiesa y sangre en todo el rostro. El recuerdo de terror más latente que tengo.

A los meses de allegados en casa de mis tíos, vendría la lluvia y la inundación. Rememoro a mi mamá llegando en tractor de su trabajo, siempre junto a ese aroma en el ambiente.

El agua se secó, las ruinas fueron extraídas, nuevamente ese olor y mi casa demolida pasando a ser calle.

Gato Juancho se fue.

Mi madre no volvió a ir a misas los domingos.

5 Comments:

At 1:27 p. m., Blogger Pablillous said...

los olores son potentes transmisores de recuerdos en nuestra mente....
yo con frecuencia abro una caja donde tengo cosas que me traje de Chile que aún huelen a mi casa en Santiago...
el terremoto..gracias a Dios que no estuve..no podía con los temblores...

 
At 6:12 p. m., Blogger C.- said...

Dos cosas:
Con los olores estamos igual. Creo que el olfato es mi sentido mas desarrollado.
Sobre Crónicas, no hay nada escrito que sea realidad, soy un joven periodista con inquietudes literarias solamente...
Ahora me entró la duda si todos piensan que yo soy el taxi BOy ¡¡¡¡

Ufff
Saludos
Clau

 
At 2:35 a. m., Blogger P said...

Everything is everything se llama el video, pero da igual.

Yo, cada vez que temblaba me reía.

Desde que estudio geofísica me cuestionó cuál será el epicentro y si mi edificio resistirá.

P

 
At 1:46 p. m., Blogger Jose said...

Que buen relato, entretenido y muy vívido.
Yo siempre voy a recordar el olor a tierra humeda, lo recuerdo porque cuando estaba en el colegio (y era un enano), mi mama me iba a buscar, pero siempre se demoraba mas que todas las otras madres. El asunto es que me quedaba solo en el colegio unos 10 minutos, tiempo suficiente como para que los asistentes empezaran a regar el inmenso patio de tierra, el que desprendia ese olor fuerte a pacha mama, ese olor que me recuerda mi niñez y me trae toda la seguridad del mundo. Que increible como a ti el olor al adobe (tierra + agua + paja) humedo te recuerda una situacion horrible, y a mi el olor a tierra humeda me da tranquilidad y me hace sonreir.
Salu2 Cecilia, entretenido tu blog, seguire por aca.

 
At 6:13 p. m., Blogger Canal Desierto said...

El oor a adobe no sabría distinguirlo, no así el de la tierra.

Y el terremoto de Santiago me pilló jugando en la casa de al lado, dos años más tarde me encuentro con un terremoto en Arica.

Saludos después de un post de recuerdos

 

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